La tensión se huele en el aire,
los nervios enloquecen nuestro corazón
y las sonrisas aparecen entre el publico.
Somos nosotros los que alegramos
las almas de la gente con nuestra música,
convertimos la relación músico-oyente
en algo básico como el compositor
que parte de la canción del silencio.
Vivimos de ilusiones, de alegría
y de nuestro esfuerzo continuo
para mejorara día a día
y vosotros nos lo devolveís
con vuestra sonrisa.
es el bellos arte del músico, y la alegría del alma
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