La flor se marchitó
y ya no nos volverá la alegría de saltar.
Sin embargo las gotas secaran mi piel.
Se muy bien como andar, rumbo fijo
y tu mirada no recordar.
En este momento se que las tormentas
ya se han ido para no volver
y es que recordarte es amargarme.
No esconderé las alas ya que soy libre
y por el cielo lo daré todo
pero por ti ya nada.
De nada sirve luchar cuando todo esta perdido
y si quieres algo ven a verme,
llámame que yo estaré esperándote por mucho
que mi mirada se arrugue y se marchite al recordarte
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