Debajo de la luz permanezco sentado,
medio dormido entre somnolientos
sueños que te quitan el sueño.
Desde el rincón mi corazón grita despacio
que me dejes dormir tranquilo
y no digas que te he mordido,
dejame vivir despacio como a mi gusta
sin dolor ni angustia, sin miedo ni pesadilla.
Deja de pelear que me lloran los ojos
cuando te vas por ese camino estrecho,
mi vida se desorienta entre laberintos
de alambres y cerraduras malditas.
Espectacular!!
ResponderEliminarMe fascine con tu blog!!
Esta increible!!