lunes, 26 de diciembre de 2011

Pluma y papel.



En estos momentos me estoy muriendo por dentro
sin tener con quien hablar,
ni tampoco con quien llorar,
en mi intento desesperado 
por librarme de este dolor.

Cogí mi pluma y me puse a escribir,
escribir para pensar que había alguien escuchándome
y consolado acabaría  estos versos.

Pero tan solo...
solo veo estas cuatro paredes,
mi vieja pluma  y el nuevo folio,
las ideas que surgen de sitios incógnitos
y los sentimientos que florecen
de la más eterna tristeza.



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