Despierto inquieto en la sombra,
hundido en el fondo de la mar
no entiendo la razón de esta soledad.
Sin mirar atrás creces en mi,
fiel compañera, nunca quisiste abandonarme
y me sorprende que no recuerdes
lo bien que me iba la vida sin ti.
Soñaba con el roce de tu cuerpo
con aquellas curvas que tanto me gustaban,
juntos sobrevolando los cielos,
juntos muriendo por los sueños que nos unieron.
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