lunes, 5 de julio de 2010

Pesadilla

Hoy entra la noche y de repente todo es frío. Detrás de mi, una estela blanca persigue el ultimo llanto del Sol. ¡Detrás de ti! Chilla la Luna y yo quieto, sin aliento, escucho el último Rekiem que la muerte me puso. Las nubes se vuelven oscuras y ahora si meo contra el viento olvidando la última vez que besé a la Luna. Y que más da si ahora sus besos son mi droga y mis llantos ya no son pena.
Escucha, me encontraras picando las puertas del infierno, rompiendo el silencio de sus noches porque ahora me divierte mas quemar el cielo.

Despierta-me y dime que ha sido un mal sueño, ya me da igual porque no me drogo con sus besos y los cuchillos que desgarraban ayer mi voz, hoy dan muerte al camino recto que un día me obligaron a seguir, me tuerzo. Ahora se lo que es vivir, pero que pena no haberte conocido antes, con lo poco que dura una vida. La estela que perseguía el llanto del Sol y todo amor que rompía con el pasado, juegos entrelazados y aunque no fuese correcto, ahora puedo decir lo que nunca e sentido y ahora siento por ti, por tu cuerpo, y tus labios, y tu sexo entre mis manos, que... Sin embargo hacen de mi juventud, aquel joven invencible y a la vez imbécil, aquel que un día soñó con enfrentarse al Estado y iba a quemar el cielo en nombre de la libertad y la justa justicia del Caos.



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