Caminar por la cuerda floja fué mi castigo y hoy estoy sentado en el suelo, sentado, con las piernas cruzadas, un manto negro cubre mi espalda, miradas frias de gente extraña cruzan mi espalda como cuchillos. Acabé asi por una triste mentira, por culpa de aquella droga que toda la sociedad perseguía, recuerdos amargos de años pasados que me llevaron al engaño. Ya lo decía mi gente mayor, lo importante no es participar sino ganar, y yo perdi y como un bicho raro he acabado, pero en la botella encontre el regfujio final, de años en el olvido de la mano de la soledad y las palomas amigas conmigo hablaran. De rodillas para siempre y en el silencio de frios inviernos siempre sere los llantos de una vida pasada y de una historia de amor que destrozó mi juventud.
Ahora ya se que la muerte me perteneze, y en ella descubri que la soledad solo se consigue cuando muere alguien querido, pero ella jamas me invito al teotrico espectaculo y menos aun me quiso hacer protagonista. Y hoy sin él, no puedo vivir.
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