Reconociendo...

Yo he acumulado mi esperanza,

en la lengua, en la poesía escrita;

ahora soy yo mi mar paralizado,

el mar que no quiero ser, mas no duro.

En ti he soñado siempre, día tras día,

en hojas de papel, en la oración escrita...

Sin embargo, ya estoy cansado

de dar más allá del brazo

y solo recibir un dedo,

la motivación decae y nada puedo hacer.

Los versos pueden cantar mi pensar,

de la destrucción al amor

o del amor a la destrucción,

sin embargo te quiero.

Se querían de noche, cuando los perros haudos

laten bajo la tierra y los valles se estiran,

como lamos arcaicos que se sienten reposados,

caricia,seda,mano, luna que llega y toca es lo que quiero.

Se querían de amor entre la madrugada,

entre las duras piedras cerrados de la noche,

duras como los cuerpos helados por las horas,

duros como los besos de diente a diente solo.

Se querían de día, playa que va creciendo,

ondas que por los pies acarician los muslos,

cuerpos que se levantan de la tierra y flotan...

Se querían de día sobre el mar. bajo el cielo.

Mediodía perfecto, se querían tan íntimos,

mar altísimo y joven, intimidad extensa,

soledad de lo vivo, horizontes remotos

ligados como cuerpos en soledad cantando.

Día, noche, ponientes, madrugadas, espacios,

ondas nuevas, antiguas, fugitivas, perpetuas,

mar o tierra, navío, lecho, pluma, cristal,

metal, música, labio, silencio, vegetal, mundo,

quietud, su forma ; amor.

Más allá, intacto aún,

mi amor sigue siendo para tí,

rodea el tiempo todo mi ser.

¡Asombroso!