Sentado en la cuneta espero que pasen los días,
mi mente esta nublada y mi alma yace muerta
en este cielo gris de despropósitos y falacidades.
Historia de amor que murió por un horrendo ser externo.
Han pasado 72 días, sin ver la bonita luz del día,
sin entender todavía porque te sigo echando de menos,
doy vueltas por el barrio mirando al cielo, hecho a correr
y no apareces por ningún lado y eso que e mirado en cada rincón.
De cuclillas me dejó la luna y el sol desprendió las estelas
que hoy me persiguen mareándome como si fuese un perdiz
y es que me dejé la ventana abierta para ahuyentar las pesadillas.
Quizás es un simple laberinto,
el laberinto de mis sueños perdidos,
laberinto que algún día me dio el caramelo
que más tarde me quitaría para reírse de mi.
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